Y allí estuve

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Hace dos semanas, el primer domingo de mayo, fueron las fiestas de Panchimalco y allí estuve.

Llegué en el vuelo de las 2 pm y me fui diunsolo a donde siempre: a la Haus der Kultur. Ahí me tenían lista ya la chicha a $0.20 ctvs el vasito, pero primero llené una botella vacía de 2.5 litros, facturaron $3.60 americanos y la fui a dejar al locker. Entonces, ya con la reserva asegurada me sentí apto para comenzar la fiesta.

Después de echarme varios vasos de esa chicha que estaba como la gran puta de buena, así me gusta a mi, era la mejor chicha que probaba en años, estaba gustosa, fuerte, dulce y lo mejor: estaba pegadora.

Comencé a caminar pueblo abajo rumbo a la iglesia, y así, me encontré al Manuel Rodríguez – tenía un vergo de no verlo-, a Marbel, a no jé quién y a jaber a quién más hasta que de repente, me sentí mareado y me fui a comer unas pupusas allí a la vuelta de la iglesia porque no me apetecía sopa de arroz aguado con chipilín. Fue $1 bien invertido pero se me vació mi vasito de chicha, así que me fui a buscar más, yo que salgo y me encuentro a la Eva (turista guatemalteca) y a Antonino.

De allí nos fuimos a la iglesia a probar la chicha de allá y no estaba muy buena la verdad, estaba muy dulce y ni hielito me le quisieron echar, y hasta más cara, aguantan. La ña Oli diciendo en la cofradía que estaba mejor la chicha del padre que la de la casa de la cultura, pues yo los desmiento va. Bueno, nos sentamos a un lado de la entrada de la iglesia, me puse ayudarle a vender empiñadas a un niño que conocí, Fernando se llamaba:

Entre los transeúntes vi a René Figueroa, lo saludé y hasta una foto me tomó, es ésta:

Seguimos caminando y nos pusimos a ver a los historiantes, Don Dalio andaba una gran tusa aunque se excusó alegando «cansancio en las canillas» no supe si después se reincorporó a las celebraciones, ya no lo vi. Una gran cosa los historiantes.

Me encontré como siempre a Mauro Arias, fotoperiodista de El Faro, Mauro tiene un gran talento y una gran habilidad, pueden ver su galería de fotos de Panchimalco aquí.

Vi a mi profesora Cony, a quien le saqué canas verdes en secundaria, era mi profesora de dibujo y estética, ahí la vi que iba cargado las palmas.

Los cuetes de vara hacían un gran ruido, bien alegre ponían el ambiente, pero eso sí, después de cumplir su cometido caían como flechas, había que andar con cuidado. En la procesión me dio por «cuentiarme» a una chava de ojos verdes que siempre veo en las fiestas, buena onda ella, vacil vea, vacil, no piensen mal.

Estaba yo parado por allí y un chero se me quedó viendo y me saludó, se me acercó y me dio la mano y a mi se me hacía conocido el tipo y me dice «no me reconocés?» y yo, «no, del mercadito de Merliot?», no – me dijo- vos llegás a comer los domingos a la pupusería de mi mamá, le decís tía… chanfle! dije yo ahuev es cierto… les recomiendo la Pupusería Esmeralda en el mercado de la Zacamil. Un saludo a la tía que siempre me atiende de maravilla allí.

En una de las tantas veces que fui a la entrada de la iglesia, una señora bien viejita y con los ojos zarcos me dijo «jóven, cuídeme la venta por favor, ya vengo», solo de mi Mamá Nena me acordé y le cuidé la venta, como a la media hora llegó de regreso, era un puesto de dulces, y a todo el que llegaba a comprar yo le decía «es una cora» y solo le daba 3 dulces, se me quedaban viendo y se iban haciendo matemáticas mentales, así se hacen los negocios.

Mientras, yo seguía llenando mi vaso de chicha cada vez que se vaciaba, hasta que comencé a sentirme medio de goma y medio bolo, me fui a comprar una bolsa de agua (el maní me dio sed) y la paré allí, andaba bien mareado jejejeje, bien chivo.

Hasta me fui a joder a unos cuilios «cheros miyos».

Se me olvidaba contar que me encontré a Alex, un antiguo compañero de las clases de japonés hace más de 10 años. Me dio gusto verlo de nuevo, hasta hablé en japonés con unos culitos que andaban allí. Puya los de las motos sí que son cagados de la risa, buen trip, hasta una culebra andaban. Le mando saludos a una reportera del canal 33 que andaba dándole cobertura a las fiestas, Jeka me dijeron que se llamaba, bárbara usted corazón.

Después de eso, me despedí de Eva y de Antonino, a quienes expreso mi cariño y mis más sinceras muestras de agradecimiento, ya era hora de regresar a la ciudad. Cuando iba caminando hacia mi transporte, logré ver a lo lejos los globos de papel de china impulsados por fuego que se elevaban en las alturas. Muy bonito.

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Meo

putz broder, tenés mas talle de guardia vos q esos dos pobres cristianos.
Pero buen vacil, me acuerdo q me dijiste q fuera con vos, no me acuerdo por que no pude…pero bueno….

cuidarse

Angel

buen trip te diste, nunca me he dado verguera de chicha, aca en juayua hay, ya voy a probar

[…] cuando tenía como 7 años, me la compró en el puesto de una señora que vendía en un canasto (me acordé de esa señora este año en Pachimalco); estaban los botecitos ya vacíos de las muestras de perfumes que me regalaban; tenía unas […]

rirru

primo q chivas las empiñadas

miredu

soy salvadorena y la nina oli es my abuela me alegra que estuvistes en panchimalco