He estado ordenando los archivos que tengo en mi computadora. Ni siquiera me acordaba de esta foto, es de hace dos o tres años cuando intenté retomar la práctica del deporte que tantas satisfacciones me dio y mismo al que le debo gran parte de mi.
Sentí feo en el pecho, hondo, pura mierda. Creo que voy a volver a mis entrenamientos.
Me acordé de Takahiro Kato y cuando almorzábamos juntos, de Fumihiko Kako y de cuando corríamos dos horas diarias, de Toshimichi Notsu y nuestras conversaciones sobre artes, de Fredy Torres que murió joven y sus historias de las olimpíadas en Los Angeles en 1984, de Juan Carlos Vargas y Barcelona 1992, de Tony Guzmán en aquellos jardines de la Universidad de El Salvador y de muchos más.
Me pregunto qué habrá sido de Adolfo Mejía y de Geovanni Corado.
No tengo digitalizada ninguna foto de mi infancia con motivo de judoca. Voy a escanear una y la pondré aquí mañana. Qué paloma como pasa el tiempo!.
Nunca es tarde.