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Hoy, en el Hotel Radisson

Esta mañana alrededor de las 11 am y unos minutos después estaba yo sentado en un sofá del lobby del Hotel Radisson con mi diminuto teléfono Panasonic GD55 en la mano izquierda algo distraído cuando de repente alguien se me acerca y me dice más en tono de afirmación que de pregunta: Hola Rafael.

Sorprendido volteé a ver y pensé para mis adentros «¿Seré yo, Señor?», me paré y, a medida me erguía, mi mano derecha acomodaba los botones de mi traje como para ganar tiempo y guardar formalidad, lo hice sin dejar de verle la cara a la persona que tenía enfrente y quien más rápido que yo ya me había extendido la mano, en cuestión de nanosegundos mi cerebro intentó hacer match entre el reconocimiento facial que estaba ejecutando y la base de datos históricos obteniendo un lamentable Query results = 0 ó NDF (No Data Found).

Justo en la última milésima en que terminé de erguir los 1.66 metros de humanidad que poseo extendí mi mano y me presenté haciendo un énfasis en mi apellido para (en caso de no ser la persona que él creía que yo era) hacérselo saber. El maje ni se inmutó. Le sonreí educadamente como me enseñó mi mamá cuando estaba pequeño.

Me dijo «Soy Salvadoreño».

Pensé por un instante en decirle «Yo también» ó «Lo siento mucho» pero inmediatamente comprendí que se trataba del colega bloguero SoySalvadoreño.

Intercambiamos unas cuantas palabras y fue muy agradable conocerlo, es un chavo simpático y bien buena gente.

Gracias por saludarme.

En el hotel también había un evento de FUSADES, y allí vi a mi queridísimo profesor y amigo Luis Morera a quien saludé brevemente. Fue bueno verlo después de mucho tiempo. Prometí escribirle.

Ya al mediodía iba yo caminando en el pasillo buscando la pasarela para ir rumbo al WTC cuando veo a Bobby Murray que iba a la par mía y lo saludé, le dije «Don Bobby» y le di la mano, él me respondió «Kiuvo cipote» y me dio la mano. No pude evitar acordarme de otros magnates como Federico Bloch y Archie Baldocchi que en paz descansen, recuerdo a veces los chistes y las cosas ya en serio que hablábamos con ellos.

Mi hermano mayor me invitó a almorzar en su casa, estuvo rico. Gracias broder, sos un tipazo, te quiero mucho.

Hasta el momento, el día va bien pero… necesito dormir.

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