El presidente electo Barack Obama ha prometido cambiar el curso de la política estadounidense y conducir a su país, de la mano del Partido Demócrata, hacia un futuro prometedor.
Pero surgen interrogantes por su carisma y creciente popularidad, ¿Están preparados los norteamericanos para seguir a un líder de color?
¿Podría al igual que el presidente número 35, John Kennedy, ser víctima de un atentado mortal?
Mientras más grande es una sociedad hay más problemas y más enfermos retrógradas sectarios que podrían intentar impedir que Obama asuma la presidencia en enero próximo.