El domingo pasado fui a misa, no sé si tenía 3 o 4 años de no ir, lo que pasa es que aunque soy creyente y practicante a mi manera, eso de ir a misa o a la iglesia es un tema delicado para mi.
¿Que por qué fui? pues tenía meses de querer hacerlo, como algunos recordarán me lo propuse en el 2008 pero no lo logré y ahora siento el apoyo, la fortaleza y la motivación que recibo de mi novia para hacerlo (mi amor, te agradezco muchísimo). Dios sabe que trato de ser una buena persona y lo que llevo en el corazón.
Aunque haya ido, quiero dejar bien en claro que no he renunciado a mis convicciones y que sigo pensando igual, no hay tregua porque no hay pleito, tampoco es algo que tenga que perdonarme, para mi es simplemente un paso en el largo camino de reconciliación con mis valores cristianos.