
Me da una pena inmensa ver las noticias en los canales de televisión o en las páginas de los periódicos, escuchar a la gente contar tragedias en la panadería, la cafetería, el bus, en la oficina, en la peluquería y prácticamente en cualquier lugar.
No sé de qué estamos enfermos en El Salvador, sin duda unos están enfermos de odio, otros lo están de indiferencia, muchos de pobreza, bastantes están enfermos de valeverguismo y tantos otros de inconciencia social.
Deprime.
Gente que regresa en la noche de trabajar o de la iglesia montados en una Coaster sabiendo que pueden ser víctimas de que se suban a quitarles «sus dos coras» o el celular de $15 o hasta testigos de que le dejen ir cuatro balazos al motorista pero nunca nunca NUNCA de que les prendan fuego alli dentro de ese busito y acaben con sus vidas de una manera tan pura mierda. ¿Qué mal le hacían a alguien una pareja joven con una bebé de brazos que regresaban de la iglesia?
Me duele que nos hagamos esto. Estas cosas no deberían pasar. No hay palabras.
Mi pésame a los familiares de las víctimas.
