Me han pasado muchas cosas buenas, sí. Pero también me han pasado otras no tan buenas. Creo que el hecho de ser responsable por la seguridad de mis hijos y por la mia propia, viviendo en este país donde hay cosas tan locas y tan injustas me han reprimido un poco para compartir tan abiertamente y despreocupada mis experiencias más personales de la misma forma como lo hacía antes.
Tiene que ver también un poco con la falta de tiempo o la fatiga de mis días tan intensos, sumamente agotadores que me exprimen la energía y el intelecto. Imagínense pasar casi todo el día frente a la computadora y luego pasar tu tiempo libre frente a la misma computadora para escribir en el blog. Quisiera volver a los tiempos del papel y el lapicero. Este mundo virtual me cansa, es muy impersonal.
Sí he querido retomar el compromiso de escribir a diario o por lo menos hacerlo con mayor frecuencia, de verdad me hace falta y sé que parece una contradicción pero yo me entiendo.
Se cuidan y que Dios los bendiga.