Voy a contarles una experiencia que viví hace unas cuantas semanas:
Iba caminando por la acera cerca de mi casa con mi hijo de casi tres añitos y me detuve a ajustarle su shorcito porque lo andaba que se le caía. Lo sujeté desde atrás y estaba en eso de ajustarle los elásticos, estaba en eso cuando levanté la mirada y vi que un carrito de esos de Amnet (para variar ahora TIGO) que hacen las instalaciones se estaba parqueando en la calle a escasos dos metros de nosotros, bajé la mirada y continué ajustando el mini pantalón y ya casi terminaba cuando de repente sentí una especie de conmoción que me empujó para atrás y escuché un ruido pura mierda.
En un segundo mi hijo se soltó en llanto y comenzó a brotar sangre de su carita, vi una piedra en el suelo junto a sus pies que ya estaban goteados de sangre, levanté la mirada y vi a todas partes, en el segundo segundo comprendí lo que había pasado: El vehículo de Amnet repasó la cuneta con las llantas, desprendió un pedazo de concreto, lo proyectó en dirección nuestra y finalmente impactó con la carita de mi hijo.
Aquí está la fuckin piedra:
Me llené de una furia como pocas veces en mi vida y no supe cómo reaccionar, comprendí que fue un accidente pero me sentí impotente y vi que al conductor ya le había caído el veinte de lo que había pasado, senté a mi hijo y me acerqué al vehículo rápidamente y le pegué un vergzo al vidrio, un vergazo con doble propósito, en principio para descargar mi rabia y luego para que el conductor no fuera a huir y que nos pudiera asistir.
Aquí están las gotas en el suelo:
Entré en un llanto bien amargo y mientras el conductor me decía «Discúlpeme, fue un accidente» yo le dije «¡Coma mierda hijueputa llévenos al hospital!»… no es cierto, no le dije eso – pero hubiera querido-. Le dije – le pedí más bien- en un esfuerzo por articular las palabras que por favor nos llevara de inmediato al hospital. Se subió deprisa y yo tomé a mi hijo en mis brazos y me encaramé en el carro.
Iba llorando y mi hijo se quedó quieto de repente, le presioné la herida lo más fuerte que pude con su camisita para detener la hemorragia. Estaba preocupadísimo.
En cinco minutos ya estábamos en el hospital. El fulano se disculpó por centésima vez y se fue evidentemente preocupado. Fui a dejar a mi hijo a la unidad de emergencias infantiles y me fui a hacer el procedimiento de registro, etc, etc, etc…
Le curaron la herida, le sacaron radiografías y por gracia divina Dios no permitió que pasara a más, no había traumas, solo el chindondo o chichón con raspaduras en la frente, lo morado del ojo, unos raspones en la nariz y los cortes del pliegue de la nariz y otro rayón en el pómulo.
No fue necesario darle puntos, solo una pomada cicatrizante y curaciones con gasa y esparadrapo. Me dieron unos frascos de Ibuprofeno para desinflamar y Amoxicilina para evitar que la herida se infectara. Con un buen cuidado y guardando el horario de los medicamentos a los pocos días sanó sin rastros de cicatriz en su carita, solo en mi recuerdo, pero también ya sané.
Aquí quedan las camisas para la historia.
Cuiden a sus hijos.
Saludos.