Un post a la memoria de Geovanni

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Un día jueves iba saliendo yo de un bar de la Zona Bohemia en la colonia San Luis cuando me encuentro a un chero que tenía tiempos de no ver, nos saludamos y entramos de nuevo al bar, tomamos unas cervezas y platicamos. Después me vino a dejar a mi casa.

Al día siguiente, volví a ir al mismo bar y me lo vuelvo a encontrar, nos tomamos unas cervezas y seguimos platicando, fuimos a otro bar y alli estaba su ex-esposa, se llevaban muy bien, nos tomamos unas cuantas cervezas más. De nuevo, me vino a dejar a mi casa.

El jueves de la siguiente semana volví a ir a un bar y me estaba tomando una Suprema hablando paja con la bar tender cuando voy viendo que el Geovanni iba entrando al bar con su mangas arremangadas, creo que andaba una camisa amarilla algo ralita o celeste quizás, la corbata en la bolsa de la camisa y andaba un centro blanco. Me saludó y se sentó a la par mia en la barra, ese día solo estuvimos juntos como una hora. Un chero mio me llegó a traer al bar para ir a otro lugar, él se quedó, nos despedimos.

Realmente no compartí mucho con El Enano, solo en esas semanas previas a su fallecimiento quizás. Nunca pasé de saludarlo cuando fue mi vecino.

El siguiente jueves, volví a ir a un bar y me encontré a algunos amigos/as en común y también apareció el Geovanni, me acuerdo que yo le había ido a dejar mi curriculum esa semana a su oficina para que lo metiera en su lugar de trabajo, se lo fui a dejar en un sobre manila a la hora del almuerzo en esa calle que siempre me ha recordado a Guatemala y donde un par de años después caminaría yo casi a diario y en donde más de alguna vez lo recordé, recordé todo esto que les estoy contando.

Este último jueves que menciono fue en efecto la última vez que lo vi, nos había parado la policía porque íbamos un montón en su carro, a todos nos había dado ride el Enano buena gente. Solo nos detuvimos unos minutos, le revisaron los documentos  y nos dejaron ir. Yo era el primero que se quedaba en la ruta, entonces cuando estábamos en frente de mi casa, aquél se bajó y me dio un abrazo, «cuidate» – me dijo- «nos estamos viendo». Extraño abrazo. No sé por qué se bajó del carro. Siempre he creído que quizás fue su despedida sin saberlo.

La siguiente semana al abrazo no salí y la siguiente a esa, el miércoles, estaba yo sentado frente a la computadora de Mike, aquella Hewlett-Packard que tenía el teclado con varias quemaduras de cigarro, cuando Naty me dijo por el MSN que esa tarde habían enterrado al Malía. Eran como las 5 pm me acuerdo, el sol comenzaba a verse triste a través de la cortina.

Puta, sentí feo. Me acordé de las pláticas y de aquél abrazo que hasta el día de hoy no termino de entender.

A veces pienso en él, creo que tenía 28 años cuando lo mataron a balazos para quitarle el carro, iba con su hijo pequeño a las 8 de la noche, venía de recogerlo de donde sus papás y ya iban para la casa. Lo veo en su moto con aquel casco que me mataba de la risa, lo recuerdo con sus zapatos Vans y Vision Street Wear y los Airwalk que tan populares eran cuando lo conocí. Me acuerdo de él con esas gorras que tenía y flaco como era con esos puntos de acné en la cara. Me acuerdo de su pelo largo y las camisetas negras y luego lo ubico con el pelo corto y camisas manga larga de ejecutivo bancario. Era un buen tipo, me caía bien.

Si algún día su hijo lee esto, quiero que sepa que su papá lo quería mucho y que siempre hablaba de ti.

Que este post sirva para honrar la memoria de Geovanni Cuerno. Amigo que a pesar de sus errores siempre demostró que ser padre te cambia la vida y te impulsa a ser mejor por el bien de tu familia.

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LR

Tambien lo conoci y fue un ser humano extraordinario!